En los estudios de yoga, es una práctica habitual quitarse los zapatos de calle en la entrada. Lo que nos recuerda otra norma relativa a los zapatos: no camines por el suelo de la sala de yoga con los zapatos puestos antes de quitártelos. Al hacerlo, estás arrastrando la suciedad del exterior y siendo irrespetuoso.
Los pies descalzos son más capaces de encontrar un contacto estable y equilibrado con el suelo, lo que es esencial para las posturas de pie. Los zapatos son aparatosos e inflexibles y los calcetines son resbaladizos.
Hacer yoga con los pies descalzos ofrece una oportunidad única para estirar y fortalecer todos los músculos de los pies, lo que puede ayudar a sostener los arcos y prevenir el dolor de pies.
¿En qué situaciones no ir descalzo?
Sin embargo, quitarse las zapatillas y los calcetines es menos un «deber» y más un «muy recomendable» Si tienes alguna lesión o dolencia que te impida ir descalzo, puedes evitarlo llevando zapatos de suela flexible o calcetines con agarre. Aun así, aunque es posible hacer yoga con zapatillas, no es lo ideal.
Si tienes dudas sobre si ir descalzo porque te sientes acomplejado por tus pies, intenta superarlo. El yoga consiste en aceptar tu cuerpo por lo que puede hacer, empezando por la base.