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Comprender las intenciones
Una intención no es un objetivo, es una forma de encontrar el equilibrio pensando en lo que más necesitas en ese momento o concentrándote en la intención que tu maestro estableció, ayudándote a estar presente en el momento. Una intención puede ser una palabra, una cita favorita, una oración o un sentimiento.
A veces los profesores te sugerirán que dediques tu práctica a alguien o a algo fuera de ti, lo cual es otra forma muy agradable de aumentar el flujo positivo de energía. Algunos profesores incluso desafían ocasionalmente a los alumnos a que dediquen una clase a alguien que no les interesa especialmente.
Cómo las intenciones son beneficiosas
Una intención puede mantenerte en el momento presente durante tu práctica de yoga y ayudarte a concentrarte. También puede acompañarte a lo largo del día, dándote una sensación de propósito, paz o claridad y ayudándote a pensar en lo que valoras.
Establecer tu propia intención
Si tu profesor no te ofrece una intención, no dudes en establecer la tuya propia. Puedes empezar con algunas de tus favoritas de clases anteriores, pero como ahora trabajas con una intención personal, puedes adaptarla a lo que necesites ese día.
Por ejemplo, si un día te sientes vulnerable, puedes animarte a ser fuerte para sentirte lo suficientemente valiente como para ir a por una postura difícil, como una parada de manos o una rueda completa. O puedes decirte a ti mismo que seas suave con tu cuerpo si tienes una lesión o simplemente necesitas tomártelo con calma. A veces es bueno recordarte que debes aceptarte tal y como eres o no sentirte competitivo con los que te rodean.
Establecer tu propia intención es una forma estupenda de estar más en sintonía con tu cuerpo y sus necesidades individuales.
A veces, el profesor dejará unos momentos para que cada alumno proponga su propia intención en privado. No es raro que tu mente se quede completamente en blanco en esas ocasiones, ya que te sientes en la tesitura de idear la intención más significativa de todos los tiempos. Si eso ocurre, relájate. Se trata de un ejercicio totalmente personal y nadie sabrá nunca lo que has hecho o dejado de hacer. Respira hondo y opta por lo primero que se te ocurra, aunque parezca una tontería. De hecho, así se te pueden ocurrir cosas personalmente profundas, cosas que ni siquiera te habías dado cuenta de que estaban en tu mente o en tu cuerpo. Si no se te ocurre nada, tampoco pasa nada. Puede que se te ocurra algo más adelante en tu práctica. No permitas que la aparición de una intención sea estresante.