Tanto si eres principiante como si retomas el yoga después de una pausa, ¿Cuál es la mejor manera de crear un hábito de yoga y hacerlo durar? Aquí tienes algunos consejos…
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1. Pon el listón bajo
No hay nada malo en soñar a lo grande cuando se trata de crear un hábito. Pero es más útil dividirlo en partes manejables y realizables. En otras palabras, pon el listón bajo: empieza con algo pequeño.
Si quieres (re)empezar a practicar yoga a diario, empieza con cinco o diez minutos al día durante la primera semana y aumenta gradualmente ese tiempo. Si fijas tus objetivos demasiado altos desde el principio, tarde o temprano probablemente tropezarás. Es fácil frustrarse -recuerda que nuestros cerebros están programados para tener un sesgo negativo- y la solución más fácil es abandonar por completo. Incluso si pasas 5 minutos tumbado en el suelo concentrándote en tu respiración, ¡no pasa nada! Esos 5 minutos de atención pueden ser los más beneficiosos de todo tu día.
2. Establece una intención personal
Puede ser útil tomarse unos minutos para pensar o escribir lo que necesitas en tu vida en este momento y cómo puede ayudarte (o te ayudará) el yoga regular. Hay un sinfín de razones para practicar yoga, pero tienen que alinearse contigo y encajar con tu estilo de vida. El mero hecho de saber que estoy haciendo algo bueno para mi cuerpo y mente (practicando el autocuidado) es motivación suficiente para volver a la práctica, pero cada persona es diferente y tu intención debe ser lo suficientemente fuerte como para motivarte cuando la vida se interponga en el camino…. ¡Y lo hará!
3. Los hábitos necesitan tiempo para formarse
¿Quizás hayas oído que se necesitan 21 días de repetición para mantener un hábito? Parece que este número mágico procede originalmente de un libro del Dr. Maxwell Maltz, un cirujano plástico reconvertido en psicólogo que observó que después de la cirugía plástica, el paciente tarda una media de unos 21 días en acostumbrarse a su nueva cara.
Como gran parte de la información que circula por Internet, esta observación se ha convertido en un «hecho» muy repetido a lo largo de los años… pero nada más lejos de la realidad, por desgracia. Un estudio descubrió que la formación del hábito tarda una media de 66 días. Así que probablemente sea mejor no prestar demasiada atención a los números. Cada persona es única y el tiempo que tarda en formarse un hábito es diferente para cada persona. El mejor consejo es tomar un día a la vez: cada día es una nueva oportunidad.
3. Elige la coherencia en lugar de la perfección
Intenta no castigarte si te «quedas corto». La formación de hábitos no es una tarea de «todo o nada», sino un proceso continuo.
No es fácil cambiar un comportamiento para que forme parte de tu rutina diaria. Si así fuera, el número de cancelaciones en enero no sería tan elevado. Así que si te equivocas, no está todo perdido. Tal vez sea más útil pensar: en la coherencia y no en la perfección.
4. Reducción del tiempo de toma de decisiones
Es más fácil incorporar algo nuevo a nuestra vida si no tenemos que cambiar muchas otras cosas para encajarlo. Por eso mucha gente elige hacer ejercicio por la mañana. Intenta preparar tu esterilla y prepararte para tu clase (online) la noche anterior. Si entrenas por la mañana, ni siquiera tendrás que cambiarte de ropa: ¡el pijama es la ropa de yoga más cómoda!
En otras palabras, reduce o elimina por completo cualquier decisión que no sea levantarse un poco antes y hacer ejercicio. Por supuesto, incluso eso en pleno invierno es duro comparado con quedarse en la cama. Pero el hecho es que si acortas la cadena de acontecimientos y el número de decisiones que hay que tomar de antemano, hace que sea un poco más fácil adoptar el nuevo hábito.
5. No olvides tu intención
Es fácil perderse en los árboles, pero no olvides el bosque. Recuerda por qué estás haciendo este cambio y recuérdate regularmente los beneficios que estás obteniendo de él. Leer libros, artículos o blogs inspiradores sobre el tema, escribir tus propios recordatorios o incluso crear un mantra basado en tu intención general para motivarte puede ayudarte a mantenerte centrado.
¡Y sobretodo disfruta del camino!