Salamba Sirsasana II o La parada de cabeza en trípode es una variante de Salamba Sirsasana (parada de cabeza) que los principiantes suelen encontrar más fácil. Sin embargo, no se recomienda mantener esta variante durante mucho tiempo si aún no dominas la versión básica de la parada de cabeza. Esto se debe a la presión que puede producirse en la cabeza y los hombros. Por lo tanto, debes practicar la parada de cabeza del trípode sólo cuando puedas mantener la versión básica de la parada de cabeza durante dos minutos.
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Beneficios de la postura Salamba Sirsasana II
La parada de cabeza en trípode entrena el sentido del equilibrio y fortalece los músculos del abdomen, la espalda, los brazos y los hombros. La postura también mejora la circulación sanguínea, el equilibrio hormonal y la digestión. Como la sangre rica en oxígeno llega al cerebro, la postura de cabeza de trípode reduce la fatiga. La postura de la cabeza se conoce como «el rey de las posturas de yoga» porque requiere una gran concentración y conciencia (corporal).
Además, esta postura ofrece (literalmente) una nueva perspectiva. Cuando te pones de cabeza, también das la vuelta a tus creencias fijas. Esto proporciona nuevos conocimientos. Como la mayoría de las inversiones y equilibrios de brazos, este ejercicio también te reta a enfrentarte a tu miedo (a caer).
Así es como se hace la asana del Trípode
- Comienza sobre las manos y las rodillas, con las manos separadas a la altura de los hombros.
- Dobla los codos y coloca la coronilla sobre la esterilla delante de las manos.
- Asegúrate de que los codos están doblados a 90 grados, estás haciendo «brazos de Chaturanga» por así decirlo.
- Los codos están rectos por encima de las muñecas.
- A continuación, dobla los dedos de los pies en la esterilla y extiende las piernas.
- Sube las caderas hasta que estés en una variación de la postura del delfín (con la coronilla en la esterilla).
- Camina lentamente con los pies hacia la cabeza, utilizando los hombros para coger el peso.
- Cuando no puedas acercar los pies a la cabeza, dobla la pierna derecha y colócala sobre el tríceps derecho.
- Haz lo mismo con la pierna izquierda.
- Ahora lleva las caderas por encima de los hombros y alarga la espalda. Presiona las manos con firmeza en la esterilla, manteniendo los codos doblados a 90 grados.
- Utiliza la fuerza de tu núcleo para extender las piernas hacia el techo.
- Separa los dedos de los pies. Las piernas permanecen juntas.
- Sal de la postura llevando primero las rodillas hacia los tríceps y luego volviendo a las manos y las rodillas.
- Luego relájate en la postura del niño.
Precauciones en la postura Salamba Sirsasana II
Si tienes dolor de cuello o lesiones, es mejor que te saltes esta postura. También es importante que tu abdomen sea lo suficientemente fuerte como para realizar la postura con seguridad.
Es cómodo colocar la cabeza sobre una manta.