La postura de la tortuga o la asana de Kurmasana es una postura media/avanzada, que se realiza con mayor frecuencia en Hatha y Ashtanga yoga. Kurmasana es esencialmente una flexión muy profunda hacia adelante. Nos flexionamos sobre la articulación de la cadera para llevar el torso, no sólo hacia las piernas, sino a lo largo de ellas. En esta postura, los isquiotibiales serán la principal restricción muscular para llevar nuestro torso a través de las piernas. Debido al profundo estiramiento de la postura, se recomienda un buen rango de flexibilidad adquirido.
Kurmasana recibe su nombre de un animal que se repliega en su caparazón cuando se siente amenazado o asustado. Se cree que la postura de la tortuga proporciona los beneficios físicos del estiramiento y los beneficios mentales de la concentración en el mundo interior. Esta sensación de estar abrumado por las distracciones del mundo físico se conoce como Pratyahara o retraimiento sensorial.
Esta postura es una gran manera de inducir la relajación. Puede ser especialmente beneficioso para las personas que lo hacen después de un día estresante. Esta postura tiene la capacidad única de relajar tanto el cuerpo como la mente, por lo que puede utilizarse para aliviar el estrés físico o mental.
Índice del contenido
Cómo hacer la postura de la tortuga paso a paso
- Siéntate en el suelo con las piernas ligeramente abiertas y los pies apuntando hacia fuera.
- Exhala y dóblate hacia delante desde las caderas.
- Coloca las manos en el interior bajo las rodillas con las palmas hacia arriba o hacia abajo.
- Inclínate más hacia delante, sin forzar, dobla ligeramente las rodillas y desliza los brazos hacia atrás, por debajo de los muslos, de modo que la parte interior de las rodillas quede por encima de los brazos y las manos lleguen hacia las nalgas.
- Respeta los límites de tu cuerpo. Esta es una postura avanzada, así que no la fuerces.
- Mantén la espalda relajada y aleja lentamente los talones de ti.
- Mantén tu atención en la respiración e inclina el cuerpo hacia delante un poco más, hasta que la frente o la barbilla toquen el suelo.
- Relaja tu cuerpo y respira profundamente.
- Mantén esta posición hasta 3 minutos.
- Sube lentamente.
Beneficios de la postura de Kurmasana
- Las posturas de estiramiento profundo, como la postura de la tortuga, son beneficiosas para desarrollar la flexibilidad necesaria para otras posturas de yoga. Sentirás el estiramiento más profundo en los muslos y los isquiotibiales, aunque también se abrirán las caderas, la espalda, los hombros y el pecho. A pesar de que el cuerpo está en un estado de flexión y estiramiento, la parte superior del cuerpo se relaja sobre la parte inferior e invoca la relajación total del cuerpo.
- Esta postura relaja, favorece la circulación de la columna vertebral, el sistema digestivo y el sistema nervioso.
- La Tortuga puede aliviar algunos tipos de dolor de espalda, cabeza y cuello.
- Como el sistema nervioso se estimula, esta postura calma la mente y los pensamientos se vuelven tranquilos y coherentes.
- La postura de la tortuga desvía tu mirada hacia el suelo y hacia lo que tienes delante. Como la vista está menos cargada de distracciones, la mente hace lo mismo y puede sentirse más despejada.
Esta es una postura avanzada que requiere flexibilidad en las caderas, los hombros, el cuello y la espalda. Es posible que se necesite una gran cantidad de estiramientos y una práctica rutinaria para dominar esta postura y experimentar sus beneficios. Por lo tanto, es importante practicar esta postura con cuidado y bajo la supervisión de un profesor de yoga experimentado.
Precauciones en la postura Kurmasana
No practiques esta postura si no tienes suficiente flexibilidad en las caderas, los hombros, el cuello y la espalda. En caso de duda, pide siempre consejo a un profesor de yoga experimentado. Tampoco es prudente practicar la Tortuga cuando estás embarazada.